Uno de los integrantes del grupo compartió las imágenes de la celebración junto al delivery que les fue a entregar su pedido.

Uno de los integrantes del grupo compartió las imágenes de la celebración junto al delivery que les fue a entregar su pedido.

Un grupo de hinchas argentinos invitó a un repartidor de comida a presenciar los últimos minutos de la final de la Copa América junto a ellos y terminaron festejando todos juntos.

“Tenemos una anécdota porque cuando pasan estas cosas, cuando está en medio del partido, a veces hay gente que tiene que seguir trabajando, esenciales. Por ejemplo, este flaco que fue a entregar un delivery, algún malvado pidió algo, llegó en el medio del partido y claro, se acababa el partido.

Y el pibe del delivery se quedó ahí en la puerta, qué se iba a ir. Y lo invitaron, y festejó también. Dale play, mirá el video”, comentó Santiago Dorrego mientras presentaba la nota junto a Dominique Metzger por la pantalla de TN.

En las imágenes se puede ver cómo uno de los integrantes del grupo anuncia que quedan cinco minutos y otro acota “se quedó, se quedó”, haciendo alusión al delivery.

Finalmente, se ve a todos festejando abrazados junto al repartidor, y la persona que grabó el video compartió las imágenes junto a la leyenda “Con el delivery y todo, te amo Argentina”.

El Delivery Inesperado: Un Momento Inolvidable en el Festejo de la Selección

La pasión por el fútbol en Argentina no tiene límites, y cada partido de la selección nacional es un evento que paraliza al país. En este contexto, hay historias que surgen de la emoción y la euforia del momento, y una de ellas se ha vuelto viral: la del repartidor de empanadas que llegó en los últimos cinco minutos de un partido crucial y terminó siendo parte del festejo.

Esta es la historia completa, contada desde el punto de vista de los protagonistas.

El Partido y los Últimos Minutos

Era un partido importante para la selección argentina. Los hinchas, nerviosos y emocionados, no podían despegar la vista del televisor. Los últimos cinco minutos del partido eran críticos, y la tensión se podía cortar con un cuchillo.

En Puerto Madryn, un grupo de amigos estaba viendo el partido juntos. La idea era disfrutar de unas empanadas durante el entretiempo, pero los planes no siempre salen como se espera.

El Repartidor y el Pedido

El pedido de empanadas se había hecho con anticipación, y el repartidor debía llegar durante el medio tiempo. Sin embargo, debido a circunstancias fuera de su control, el delivery se retrasó y llegó justo en los últimos cinco minutos del partido.

Nadie quería pararse a pagar en ese momento crucial, así que le pidieron al repartidor que se uniera a ellos y esperara hasta que terminara el partido.

Un Invitado Inesperado

El joven repartidor, al principio, se quedó en la puerta, dudando si entrar o no. No quería interrumpir ni molestar, pero el grupo insistió en que se quedara. Al final, aceptó la invitación y se unió al festejo. La escena era surrealista: en medio de la tensión y la emoción, un repartidor de empanadas, casco y barbijo puestos, se encontraba entre los hinchas, compartiendo ese momento único.

El Festejo y las Empanadas

Cuando el partido terminó, la euforia se desató. Los hinchas celebraban con gritos y aplausos, y el joven repartidor, contagiado por la emoción, se unió al festejo. Las empanadas, que habían llegado calientes, se enfriaron mientras duraba la celebración. Pero eso no importaba, porque lo que realmente calentaba el ambiente era la alegría del triunfo.

Después de unos minutos de festejo, finalmente pagaron al repartidor y le agradecieron por su paciencia y por haberse unido a ellos en un momento tan especial. La historia no terminó ahí, porque el joven fue invitado a quedarse un rato más y compartir con el grupo. Se había convertido en parte de la cábala, la tradición que algunos hinchas creen que trae buena suerte.

La Viralización del Momento

Uno de los presentes decidió grabar el momento y compartirlo en las redes sociales. El video rápidamente se volvió viral. Las imágenes del repartidor en medio del festejo, con su casco y barbijo, resonaron con miles de personas que encontraron en esa escena una representación de la pasión y la unión que el fútbol puede generar.

La Reacción en las Redes Sociales

Las redes sociales se llenaron de comentarios y preguntas. Muchos se preguntaban cómo había surgido la idea de pedir un delivery en un momento tan crítico del partido. Otros querían saber si el repartidor había recibido una buena propina por su paciencia y por formar parte del festejo.

La historia se convirtió en un ejemplo de cómo los momentos inesperados pueden convertirse en recuerdos inolvidables.

La Importancia de la Comunicación y el Respeto

La historia también trae a la luz la importancia de la comunicación y el respeto en situaciones inesperadas. El grupo de amigos pudo haber ignorado al repartidor o haberlo tratado con indiferencia, pero en cambio, lo invitaron a unirse y compartir un momento especial.

Este gesto de inclusión y respeto resonó con muchas personas, recordándoles que, más allá de las rivalidades y tensiones, la humanidad y el respeto siempre deben prevalecer.

Un Futuro Invitado Especial

El grupo de amigos decidió que el joven repartidor debería ser invitado a los futuros partidos de la selección. Se había convertido en un símbolo de buena suerte y querían que siguiera siendo parte de la cábala. Aunque no sabían su nombre, estaban decididos a encontrarlo y asegurarse de que formara parte de sus festejos futuros.

Conclusión

La historia del repartidor de empanadas que se unió al festejo de la selección argentina es un recordatorio de cómo el fútbol puede unir a las personas de maneras inesperadas. En medio de la tensión y la emoción de un partido crucial, un joven repartidor se convirtió en parte de una tradición y dejó una marca indeleble en los corazones de quienes compartieron ese momento con él.

Este relato no solo destaca la pasión por el fútbol en Argentina, sino también la importancia de la inclusión, el respeto y la humanidad en todas nuestras interacciones. En un mundo donde las diferencias a menudo nos separan, historias como esta nos recuerdan que, al final del día, todos compartimos la misma emoción y alegría por los momentos que nos unen.

La viralización de este momento y la reacción positiva de la gente demuestran que, a veces, los gestos más simples pueden tener el mayor impacto. La próxima vez que veamos un partido, recordemos la historia del repartidor de empanadas y el poder de la unión que el fútbol puede generar.